Una aplicación de la energía hidráulica que las personas de a pie suelen ver a diario es en el mismo transporte físico. La apertura y el cierre de puertas en colectivos es un proceso que utiliza el aire comprimido mediante un movimiento lineal: para cerrar se estira un cilindro y para abrir se contrae. Por eso es habitual escuchar un ligero soplido cuando se abren las puertas del colectivo (aunque esto es más común en colectivos más antiguos).
El uso de la energía neumática también es muy habitual en un lugar tan común como la consulta del odontólogo. Se trata de la fresa que los odontólogos utilizan para cortar, pulir la superficie de los dientes o limpiar las caries. Los ascensores también utilizan la energía hidráulica mediante un cilindro que permite el transporte arriba y abajo y mantener la carga en un lugar determinado del tramo durante cierto tiempo.
Los sopletes y las aspiradoras también utilizan esta energía mediante la presión del aire o la expulsión del mismo. Las pistolas de pintura utilizan este tipo de empleo de la energía neumática.
¿Qué otro elemento de la vida cotidiana crees que usar hidráulica o neumática?