La energía hidráulica se usa para controlar máquinas y equipos y es comparable con el uso de la energía eléctrica y neumática. Fue a principios del siglo XX que se vieron por primera vez en el mercado las aplicaciones hidráulicas. Un siglo antes había aparecido la aplicación del agua para desarrollar trabajo dando origen a los sistemas de potencia hidráulica.
La hidráulica, que mucho debe a los aceites minerales usados como fluidos de trabajo, ofrece componentes compactos, de alta potencia y fáciles de controlar para diversos campos industriales.
Las ventajas de los equipos hidráulicos son:
(1) Permiten velocidad y fácil control de la posición
(2) Facilitan el control continuo de la potencia
(3) Cambian con facilidad la dirección del movimiento
(4) Permiten acumular energía
(5) Proporcionan mecanismos suaves de seguridad sin problemas
(6) Permiten la combinación con controles eléctricos
Comparados con los controles hidráulicos de agua o neumáticos los controles oleohidráulicos son:
(1) Superiores con respecto a la lubricación y resistencia a la corrosión y facilidad de mantenimiento
(2) Permiten sistemas compactos que funcionan con altas presiones y oleohidráulicos
(3) Son superiores a los neumáticos con respecto a rigidez de controles y velocidad de respuesta
Los componentes básicos utilizados en los sistemas hidráulicos son los siguientes:
(1) Convertidores de energía (bombas, motores y cilindros hidráulicos)
(2) Controladores de energía (direccionales, de presión y válvulas de control)
(3) Accesorios (dépositos, filtros, acumuladores, sensores, etc.)