Las unidades de mantenimiento FRL son indispensables para el correcto funcionamiento de los sistemas neumáticos prologando la vida útil de sus componentes. Se instalan en la línea de alimentación de los circuitos, suministrando aire libre de impurezas, regulando a la presión requerida y lubricando, es decir, las óptimas condiciones de utilización.
Los conjuntos FRL están constituidos por filtros, reguladores de presión, lubricadores, drenajes automáticos y válvulas de corte y descarga, y válvulas de presurización progresiva.
Los filtros son elementos necesarios en toda instalación neumática incluso aun cuando se haya realizado el correcto tratamiento del aire a la salida del compresor o depósito. Los filtros impiden la llegada de partículas que provienen de las redes de distribución.
Los reguladores de presión evita las pulsaciones provenientes del compresor, mantiene una presión constate e independiente de la presión de la línea y del consumo, evita un excesivo consumo por utilizar presiones de operaciones mayores necesarias para los equipos y permite independizar los distintos equipos instalados.
Los lubricadores cumplen un rol esencial porque evitan el prematuro deterioro de los componentes neumáticos provocados por la fricción y la corrosión, aumentando considerablemente la vida útil de los componentes, reduciendo los costos de mantenimientos y tiempos de reparación.
Los drenajes automáticos automatizan la acción de drenaje de condensado de los vasos de filtro. Existen diferentes métodos: automáticos por flotador, semi automáticos por caída de presión y por temporizador por electroválvula.
Las válvulas de corte y descarga cumplen la función de cortar el suministro de aire y descargar el mismo del circuito. Las válvulas de presurización progresiva presurizan los circuitos de forma lenta y progresiva garantizando la seguridad tanto del personal como de los componentes neumáticos del circuito.
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